Demografía

 

 

La población en la China continental superó los 1.300.000.000 de habitantes el 6 de enero de 2005 con el nacimiento de Zhang Yichi en un hospital de Pekín. El gobierno está consciente con respecto al aumento de población y han intentado frenar el crecimiento demográfico -con resultados no del todo exitosos- a través de una responsable política de planificación familiar. El máximo permitido es de un hijo por familia (aunque ahora y para equilibrar la estructura por sexos que es favorable a los hombres en una proporción de 119 varones por cada 100 niñas, mientras que la media mundial es de 105-106 varones por cada 100 niñas, se permite un segundo hijo si el primero es una niña, con el fin de favorecer la aceptación de éstas), con excepciones para las zonas rurales a las que se les permite un segundo hijo y para las minorías étnicas, que carecen de restricciones. Muchas familias chinas sienten la necesidad de tener al menos un hijo varón que se haga cargo de los padres cuando envejezcan, lo que provocó que se produjesen numerosos abortos femeninos. Esto provocó que a finales de la década pasada llegasen a nacer en China 110 varones por cada 100 niñas, 130 en algunos municipios. La política oficial del gobierno prohíbe actualmente los abortos selectivos en función del sexo y pena seriamente su empleo. Para evitar que se puedan producir abortos selectivos se ha prohibido la diagnosis del sexo del feto salvo que sea necesario por razones medicas, en cuyo caso el ultrasonido debe ser administrado por dos médicos, que deben jurar por escrito que hicieron el análisis por razones médicas.

 

En algunas provincias como la de Shandong, donde la proporción entre los sexos ha llegado a ser de 125 varones por 100 mujeres, se empezó aplicar, en enero de 1999, una nueva ley prohibiendo a los médicos la posesión de aparatos de ultrasonido e incluso hacer abortos. Los aparatos de ultrasonido bidimensionales sólo pueden establecer el sexo de un feto en el cuarto o quinto mes de embarazo. Esto determina que se realicen abortos tardíos, con complicaciones de salud permanentes para las mujeres intervenidas.

 

Además, recientemente se han adoptado una serie de generosos incentivos como son, primas y seguros medicos y de pensión, para las familias que tengan dos niñas con el objetivo de corregir el desequilibrio. La meta del gobierno es conseguir estabilizar la población. La ONU estimó, antes de adoptarse la política de planificación familiar, que China alcanzaría los 1.600.000.000 de habitantes en torno a 2005, lo que permite comprobar el éxito de Pekín en su lucha por la superpoblación.

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